Juan Francisco Hernández (Michoacán, México). Estamos a punto de iniciar un nuevo año, un nuevo ciclo. Y como cada año, creo que bien vale la pena hacer unas reflexiones en torno a este acontecimiento.
Primero, hacer un recuento de lo que hicimos, de lo que dejamos de hacer, de lo que quisimos y no pudimos hacer, de lo que no quisimos y al final de cuentas hicimos. En pocas palabras, recordar nuestro andar en este año que está por fenecer.
Indudablemente 2011 se constituyó como la antesala de lo que será 2012 en cuanto a lo electoral, ya que salvo en el PAN a nivel nacional, los demás partidos lograron definir a sus respectivos contendientes a la presidencia de la República.
En fin, podemos seguir refiriendo lo que a nuestro juicio fue relevante o de trascendencia en este año que culmina, pero creo que ahora lo más importante es visualizar lo que viene, lo que sigue, lo que tenemos planeado para 2012.
Sin lugar a dudas lo significativo será la elección del próximo 1º de julio en la que habrá de renovarse la Presidencia de la República.
Es cierto que nuestro sistema político deja mucho que desear, que el sistema de partidos ha sido rebasado por nuestra sociedad, pero aún así, debemos ser participativos, de una u otra forma debemos asumir una postura activa.
Lo más importante es reflexionar y razonar con profundidad sobre lo que realmente conviene a nuestro país, a nuestro estado y a nuestro municipio.
Debemos apostarle a una plena madurez política para que nuestro voto sea razonado en función de un proyecto y de un candidato que realmente garantice un desarrollo económico y social.
No podemos seguir siendo títeres ni víctimas de las campañas mediáticas y manipuladoras que los medios masivos lanzan de manera constante. Debemos ser capaces de quitar el maquillaje que ponen los medios manipuladores para hacernos creer lo que en realidad no es de un candidato o de un gobernante. Desenmascaremos a quien tengamos que desenmascarar. Quitemos las pieles de oveja a los lobos que solo nos engañan.
En la medida en que nuestra sociedad madure políticamente, las campañas serán menos costosas porque no será necesario invertir millones y millones para crear una imagen falsa o manipulada, la sociedad por sí misma podrá saber, sin que la televisión se lo diga, quién conviene como gobernante y quien en realidad no. Apostemos entonces a la reflexión de nuestro voto en las próximas elecciones.
Por lo pronto, desde aquí envío a todos los lectores de esta columna los deseos de un FELIZ AÑO 2012 y reitero mi agradecimiento por permitirme entrar a sus hogares y centros de trabajo a través precisamente de lo que con gusto escribo para todos ustedes.
¡¡¡Y RECUERDE: “POR AHI NOS ENCONTRAREMOS”!!!
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